Dar las gracias a un ex
Lecciones del pasado
Muchos creen que para que una relación se considere exitosa, debe durar. Las rupturas, por tanto, se ven como signos de fracaso y las relaciones que terminan, como potenciales pérdidas de tiempo.
¿Qué ocurre si rechazamos esa narrativa en favor de otra más realista y favorable a nuestro desarrollo?
Los viajes no son lineales y las experiencias que vivimos a lo largo de ellos pueden ser valiosas, aunque no sean nuestro destino final.
Con ese encuadre, por ejemplo, he tenido una relación exitosa, en la que yo:
- Aprendió algo nuevo y/o creció como persona
- Cuidó a otra persona y fue cuidado por otra
- Amó y fue amado
Como criaturas sociales, los seres humanos estamos hechos para amarnos y cuidarnos los unos a los otros. Nuestra capacidad de ser lo suficientemente vulnerables para amar es una fortaleza y merece ser valorada por sí misma.
A continuación encontrarás algunas lecciones aprendidas, no sólo de mi propia experiencia, sino también de la sabiduría que otros han compartido amablemente. Todos los colegas educadores tienen hipervínculos para que puedas seguir aprendiendo de ellos.
Tres lecciones aprendidas
Algunas cosas son perfectas para ese momento - y eso es hermoso y suficiente
Tras salir de una relación abusiva, tenía miedo a confiar y estaba desesperada por recuperar el control de mi cuerpo y mi mente. La siguiente persona de la que me enamoré nunca me presionó para que mantuviera relaciones sexuales ni trató de manipularme o disuadir mis aspiraciones. Aunque no éramos el uno para el otro a largo plazo, siempre estaré agradecida a ese hombre amable, cariñoso y atento que, posiblemente sin saberlo, me ayudó a recuperar la sensación de seguridad y me recordó que está bien amar con vulnerabilidad.
*Nota sobre el trauma:
No quiero que nadie salga de este artículo pensando que necesita experimentar su trauma para crecer. Si has sufrido un trauma, no eres tu trauma ni debes atribuir a ese trauma lo que eres hoy. Los acontecimientos de nuestras vidas ayudan a dar forma a nuestras experiencias y perspectivas, pero no llegan a definirnos sin nuestro consentimiento.
Cómo quieres sentirte
A veces sabemos instintivamente lo que es importante para nosotros. Otras veces, descubrimos lo que es importante en una relación a través de la experiencia. La psicoterapeuta sexual y de parejas Talia Litman, ofrece que "una cosa que aprendes de los ex es tanto cómo quieres sentirte como cómo no quieres sentirte en una relación".
Cuando algo nos hace sentir bien y seguros, tenemos la oportunidad de catalogar esa información para poder seguir pidiendo esas cosas en nuestras otras relaciones. Por ejemplo, he aprendido que me gusta sentirme cuidada, mimada y deseada. Por lo tanto, busco relaciones románticas que me ofrezcan estas cosas. Del mismo modo, cuando algo nos parece mal o nos hace sentir mal, es una información que puede ayudarnos a establecer límites y a tomar decisiones sobre futuras interacciones. Araceli Esparza, ponente de DEI, llegó a la conclusión: "Ya no viviré en las grietas de la vida de un chico, ¡quiero ser un cañón!". - ¿Puedo recibir un "¡joder, sí!"?
Gestión emocional
Cuando se está profundamente involucrado con otra persona, las emociones pueden dispararse, las interacciones pueden parecer mucho en juego y podemos olvidar que "nosotros" implica a personas separadas con vidas y mentes separadas.
La fabulosa blogger de juguetes sexuales Carly nos recuerda que "no siempre se trata de ti y no somos responsables de los sentimientos de los demás (aunque sí de ellos)". No a todo el mundo se le da bien no proyectar sus emociones en los demás. Para los empáticos en particular puede ser un reto no absorber las emociones de su(s) pareja(s). Si reconoces un patrón de proyectar tus sentimientos o responsabilizarte de los sentimientos de tu pareja, pon cierta distancia física entre vosotros para tranquilizaros.
Puede ser útil tomarse un minuto para analizar pensamientos y sentimientos antes de compartirlos con los demás, porque no todo tiene por qué compartirse. Ya sea para protegerte a ti mismo o para evitar dañar a los demás cuando no pensamos antes de hablar, es una buena norma hacer una pausa. Intenta respirar hondo y autoanalizarte durante 10 minutos si sientes que compartes más de la cuenta.
A veces, tenemos reacciones negativas muy fuertes a lo que una pareja ha dicho o hecho. Talia explica que "los ex te enseñan cuáles son tus vulnerabilidades, las cosas que te hacen atacar, defenderte o cerrarte en banda...", lo que puede enseñarte qué hay que evitar en futuras interacciones o qué podemos necesitar trabajar nosotros mismos.
Por algo es tan popular el dicho "hay que besar muchas ranas antes de conocer al príncipe". En cada relación aprenderás algo nuevo. El hecho de que algo termine no significa que la experiencia no haya merecido la pena. Así que sal ahí fuera y vive esas experiencias.