Los beneficios de sudar la camiseta
Después de un buen entrenamiento, el primer instinto suele ser darse una ducha. Y tiene sentido. Un buen sudor puede hacer que te sientas sucio. Pero, ¿sabías que el sudor del ejercicio es bueno para la piel?
En última instancia, el ejercicio es lo que mantiene la piel sana y tensa. Es bueno para todas las partes del cuerpo y la piel no es una excepción. La piel tiene varias capas que varían en grosor. A medida que envejecemos, las capas externas se vuelven más densas, mientras que las capas internas de soporte se vuelven más finas y endebles. El resultado es una relación de capas debilitada, que provoca arrugas y flacidez. Al hacer ejercicio, aumenta la circulación sanguínea, nutriendo y fortaleciendo esas capas internas. Esto invierte el proceso de envejecimiento, asegurando que la relación entre las capas permanezca intacta.
El sudor resultante es una ventaja añadida. El sudor contiene glicoproteínas que se adhieren a las bacterias nocivas y las mantienen fuera del organismo. Hay un micropéptido específico en el sudor, la dermcidina, que protege la piel de los gérmenes nocivos. El sudor también hidrata la piel, la sal exfolia de forma natural, y la urea y el ácido úrico combaten la piel seca y la dermatitis.
Esto no quiere decir que debas bañarte en tu sudor. Aunque tiene sus ventajas, no hay que abusar de él. Es un terreno resbaladizo. Con el tiempo, el amoníaco y la urea presentes en el sudor lo convierten en irritante y provocan inflamación. Además, el sodio deshidrata la piel, provocando descamación. Otra causa de deshidratación es la evaporación. Si el sudor se seca, significa que se está evaporando.
No hace falta que te laves inmediatamente después de entrenar. Sólo asegúrate de limpiarte la piel poco después del enfriamiento. Incluso entonces, no hace falta que lo hagas a fondo. Una limpieza suave hace mucho más que una exfoliación intensa. Frotar sirve para lo mismo que rascarse. Recuerda ser suave, incluso al secarte.
Antes de tu próximo entrenamiento, aquí tienes los pasos para dar a tu piel el brillo perfecto.
Lávese la cara preventivamente
No querrás que tu sudor se mezcle con nada asqueroso, así que asegúrate de enjuagarte rápidamente antes de ponerte en marcha. Si haces ejercicio bajo el sol, utiliza un protector solar con un FPS de 45 o superior.
Beber agua
Para asegurarte realmente la hidratación, bebe agua durante todo el entrenamiento. Cuanto más bebas, más diluirás el sudor de cualquier posible factor estresante o irritante.
Use ropa que no irrite la piel
Para evitar daños, lleva ropa que evacue la humedad de la piel. Esto no sólo evita la sobrecarga de sudor, sino también las rozaduras y los sarpullidos.
La próxima vez que hagas ejercicio, no tienes que preocuparte de que el sudor dañe tu piel. Puedes estar tranquilo sabiendo que, con moderación, ayuda. En otras palabras, no te preocupes.
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