Siempre es el momento perfecto para un recordatorio sobre el cuidado adecuado de la vulva. Todos queremos estar felices y sanos ahí abajo, ¿verdad? Un cuidado adecuado de la vulva y la vagina ayudará a prevenir infecciones y molestias.

La vulva

En primer lugar, repasemos las partes de la vulva, que incluyen los labios internos y externos, la punta del clítoris (o glande), el monte de Venus (la zona más cubierta de vello púbico) y las aberturas de la uretra (el pequeño orificio por el que se orina) y la vagina (por donde salen la sangre menstrual y los bebés y por donde se introducen objetos como dedos, penes, juguetes y tampones). La vagina está en el interior y desemboca en el cuello del útero (que se encuentra justo entre la vagina y el útero).

Cómo se producen las infecciones

Cuando cuides tus genitales, es importante que sepas cómo se producen las irritaciones y las infecciones.

Cuando la vulva o la vagina se irritan, pueden enrojecerse, hincharse y picar. Algunas irritaciones pueden provocar cambios en el flujo vaginal, sequedad e incluso dolor vulvar. Las infecciones se producen cuando entran en la vagina bacterias, hongos o virus no deseados. Algunas infecciones vaginales provocan síntomas molestos, mientras que otras pueden pasar desapercibidas. Una higiene adecuada y la comprensión de cómo cuidar estas zonas tan sensibles conducirán a una buena salud vulvar y vaginal.

Mantener una buena salud vulvar

Llevar ropa interior cómoda y de algodón

Los artículos de otros materiales pueden provocar irritaciones, sobre todo si se llevan demasiado tiempo. Esto incluye también los tangas. El algodón es un material transpirable y ayuda a absorber la humedad. Además, opta por la ropa interior de colores claros, porque la de colores más oscuros incluye tintes que pueden irritar la piel.

Saltarse la ropa interior por la noche

Llevar ropa interior por la noche mantiene la humedad cerca de los genitales y permite la proliferación de bacterias y hongos. Deja que estas zonas sensibles respiren de vez en cuando.

Cuidado con los productos químicos agresivos

Esto incluye el detergente y el jabón. Normalmente, se recomienda utilizar jabones suaves. Para limpiar la zona vulvar, basta con un jabón suave y agua tibia. Fíjate en los ingredientes del jabón e intenta evitar los que contengan fragancias. Lo mismo ocurre con el papel higiénico, las toallitas sanitarias, las compresas o los tampones con fragancias o desodorantes. Se sabe que muchos ingredientes de los productos de higiene femenina irritan la vulva, el orificio vaginal y el interior de la vagina.

Cuidado con lo que te metes en la vagina

Evita introducir limpiadores o tu toallita en la vagina. La vagina se limpia sola a través del flujo vaginal normal. Cuando introduzcas juguetes (de cualquier tipo), asegúrate de que se han limpiado correctamente. Los penes, los dedos e incluso la boca (para el sexo oral) deben estar limpios y seguir unas buenas prácticas de higiene. Cualquiera de ellos puede introducir bacterias u otros irritantes que pueden provocar una infección.

Recuerda, de delante hacia atrás

Cuando te limpies después de ir al baño, hazlo siempre de delante hacia atrás. Esto también es útil cuando se recibe cunnilingus y analingus (placer oral de la pareja en la vagina y el ano) o si se practica cualquier forma de estimulación que implique tanto la vagina como el ano. Evita ir de un lado a otro porque aumenta la posibilidad de pasar materia fecal o bacterias del ano a la vagina.

Hable con su médico

Tanto si experimentas irritación como si no, siempre es una buena idea acudir al médico al menos una vez al año. Durante estas visitas, puede comentar sus preocupaciones (si las tiene) y someterse a las pruebas rutinarias, como las pruebas de embarazo y de infecciones de transmisión sexual. Si experimenta irritación, póngase en contacto con un profesional médico inmediatamente. No intentes diagnosticarte ni tratarte a ti misma. Google es un recurso útil, pero no es un médico. Dependiendo de la irritación, puede haber opciones de tratamiento sin receta (o compradas en la tienda) para aliviar los síntomas. Sin embargo, la mayoría de las infecciones requieren pruebas y tratamientos específicos. La mejor opción es pedir ayuda a un médico.

Por último, pero no por ello menos importante, ¡disfrútelo!

La vulva y la vagina tienen muchas terminaciones nerviosas, que pueden provocar un intenso placer. Una de las partes más sensibles y erógenas para explorar es el clítoris. La punta puede verse desde el exterior y sus patas se extienden a cada lado de la vagina (lo que significa que puede estimularse tanto interna como externamente). ¿Sabías que el clítoris tiene más de 10.000 terminaciones nerviosas? Eso sí que es un placer que merece la pena explorar.

Ashley Townes

Ashley Townes

PhD, MPH, Investigadora en Salud Sexual
La Dra. Ashley Townes es natural de Cincinnati, Ohio. Estudió en el Walnut Hills High School y en la Universidad de Cincinnati, donde se licenció y obtuvo un máster en Salud Pública. Se doctoró en Comportamiento Sanitario y Epidemiología por la Universidad de Indiana.

La Dra. Townes tiene experiencia como educadora sanitaria comunitaria y especialista en intervención en enfermedades en Cincinnati y sus alrededores. Ha trabajado en varias iniciativas relacionadas con la difusión de materiales de campañas nacionales de prevención y atención del VIH adaptadas a mujeres afroamericanas, hispanas/latinas y transexuales de color. La Dra. Townes ha impartido cursos de Sexualidad Humana a nivel universitario, ha trabajado como epidemióloga en el Departamento de Salud de Ohio y actualmente trabaja como investigadora de salud sexual en Atlanta, GA.

Los antecedentes de investigación de Ashley incluyen el trabajo sobre las experiencias sexuales de las mujeres afroamericanas / negras que acceden a la información de salud y utilizan los servicios de salud sexual. En 2018, recibió fondos de subvención de la Patty Brisben Foundation for Women's Sexual Health para traducir datos de investigación sobre salud sexual en materiales educativos. Sus intereses profesionales se dirigen a proporcionar educación sexual de calidad y trabajar por la equidad sanitaria.