Antes de publicar este blog, tenía una fecha límite.

Los plazos no son necesariamente aterradores, pero pueden sorprenderte (a menudo en grupo, si realmente sabes procrastinar) e intentar cumplirlos puede ser inmensamente estresante. Son sólo uno de los muchos factores de estrés de la vida. No sólo eso, sino que el estrés tiene muchos sabores. Puede manifestarse emocional, mental y, sobre todo, físicamente. Mientras que el estrés mental y emocional puede ocultarse, muy pocos pueden eludir síntomas físicos como dolores de cabeza, falta de aliento, ataques de sudoración, y algo más. Los resultados del estrés son abundantes, y eso suena... bueno, estresante.

La mayoría de la gente asocia el estrés físico con su principal efecto: el agotamiento. Pero ¿sabías que el estrés perjudica seriamente a tu piel? Esto se debe a que nuestro cuerpo tiene una hormona llamada "cortisol" que liberan nuestras glándulas suprarrenales en situaciones de tensión. A continuación, el cortisol se dirige a varios receptores del organismo, incluida la piel. Una vez que se produce esa interacción, se produce la inflamación, aumenta la liberación de grasa y se atrofia la cicatrización. Los resultados son aún más drásticos si se padece una enfermedad preexistente, como urticaria, acné o psoriasis. Además de todo esto, las formas poco saludables en que afrontamos el estrés tienen efectos corporales que empeoran aún más las cosas. Una vez más, hablamos de estrés.

Por suerte, hay algunas medidas preventivas que podemos tomar para evitar los daños inducidos por el estrés en el órgano más grande de nuestro cuerpo.

Invertir en mí

Encuentra una actividad relajante que te haga feliz. Una muy buena es el ejercicio. El ejercicio no sólo libera dopamina que puede contrarrestar el estrés, sino que también mejora el flujo sanguíneo, lo que mejora la circulación y acelera la eliminación de toxinas perjudiciales para las células de la piel. Haz ejercicio con regularidad y aprovecha los beneficios del sudor que tienen efectos antienvejecimiento. Acuérdate de ducharte poco después para que el sudor no permanezca demasiado tiempo en la piel y provoque la obstrucción e irritación de los poros. También puedes realizar actividades menos extenuantes como leer un libro, meditar o darte un baño. Todas estas actividades son muy beneficiosas para tu salud mental, ¡y también para tu piel!

Mantener una rutina de cuidado de la piel

Después de un día largo y estresante, puede resultar tentador meterse en la cama sin lavarse la cara. Dedica unos minutos de tu día a limpiarte la cara por la mañana y por la noche. Un poco de rutina hace mucho. No sólo es refrescante eliminar las toxinas y la contaminación que tu piel ha recogido durante el día, sino que la rutina hará que tu piel tenga un aspecto estupendo al día siguiente. Hazte un favor para mañana y lávate la cara esta noche.

Minimizar la inquietud

Ser inquieto es una respuesta común al estrés y completamente normal, pero rascarse y hurgarse puede irritar heridas y acné, además de inflamar la piel que antes no estaba dañada. Es difícil dejar de ser inquieto, pero la próxima vez que estés estresado, intenta canalizar tus inquietudes con productos específicos, como anillos o spinners.

Dejar de fumar

Cuando estamos estresados, solemos recurrir a mecanismos nocivos para sobrellevar el estrés, uno de los más comunes es la nicotina y el tabaco. Fumar reseca la piel y provoca una pigmentación desigual. También envejece prematuramente la piel, estrechando los vasos sanguíneos, reduciendo los niveles de vitamina A y añadiendo décadas a la cara. En el peor de los casos, duplica el riesgo de padecer un cáncer de piel conocido como carcinoma de células escamosas. Incluso las alternativas a la nicotina (parches, chicles) tienen efectos similares sobre los vasos sanguíneos y el envejecimiento. Si eres fumador, ya lo habrás oído antes, pero nunca es tarde para dejarlo.

Reduzca su consumo de alcohol

Si alguna vez te has tomado una copa de más después de un largo día de trabajo, eres plenamente consciente de lo deshidratado que puede dejarte el alcohol. El alcohol arruga y descuelga la piel. Beber de forma constante puede dilatar los poros durante largos periodos de tiempo, lo que envejece la piel y provoca cicatrices irreparables. Y si alguna vez has tenido resaca, no serás ajeno a los efectos inflamatorios como el acné, la hinchazón y el enrojecimiento.

El estrés es inevitable en la vida. La prevención nunca está garantizada, pero esperemos que ahora que sabes lo que el estrés puede hacer, puedas gestionarlo de manera que tu piel esté limpia, ilesa y relajada.

Josh O'Neill

Josh O'Neill

Coordinador de medios sociales
Josh O'Neill ha sido contratado recientemente como coordinador de redes sociales para Pure Romance. Cuando no está en la oficina, Josh dedica su tiempo a buscar la mejor hamburguesa de Cincinnati y a hacer monólogos en varios locales del Medio Oeste.