¡Antojos! Todos los tenemos, pero hay formas de minimizarlos y, con el tiempo, eliminarlos por completo. Profundicemos (a falta de mejores palabras). Puede haber varias razones por las que se nos pasen por la cabeza estos antojos. Comprender las posibles causas, tanto fisiológicas como psicológicas, puede ayudarnos a entender por qué se producen y cómo podemos manejarlos mejor.
Algunas causas físicas más comunes pueden ser:
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Desequilibrios hormonales: Esto podría estar relacionado con el ciclo de una mujer debido a los cambios en el estrógeno y la progesterona justo antes de un ciclo. Habla con tu médico si te preocupan estos cambios. Dormir poco también puede alterar las hormonas responsables de regular el hambre y la saciedad.
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Desequilibrio de la flora intestinal: Nuestro cerebro y nuestro intestino hablan, ¡y mucho! Si uno está desregulado, enviará una señal al otro de que hay que hacer algo para corregirlo o revertirlo.
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Pocas calorías/nutrición
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Ingesta insuficiente de agua
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Demasiada ingesta de alimentos procesados.
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Embarazo: Aunque no se recomienda participar en el Reto Pure 21 Wellness durante el embarazo, ¡es útil saberlo para otras y/o en una futura etapa de la vida!
Si indagamos más psicológica o socialmente, he aquí otras cosas que podrían provocar antojos:
Pensamientos reprimidos o asociaciones de culpabilidad
Cuando no podemos comer algo, lo deseamos más, ¿verdad? Cuando vemos los alimentos como prohibidos o "malos", nuestro deseo de comerlos suele aumentar. Supera esto con afirmaciones positivas. Valida que aunque este alimento no sea lo mejor para mí en este momento, no está fuera de la mesa o fuera de la imagen para siempre.
Asociación contextual
En otras palabras, ¡tener antojo de palomitas en el cine o de una bebida helada en la piscina es muy natural y está muy ligado a nuestra cultura! En su lugar, vea si puede redirigir o asociar un nuevo maridaje. Llévate tus propios tentempiés o permite una versión preparada en casa que, a largo plazo, puede permitir una opción más nutritiva.
Cronometraje
¿A quién no le apetece puré de patatas en Acción de Gracias? Es natural tener "antojo" de estos productos específicos de las fiestas o sensibles al tiempo. Uno de los primeros pasos para desviar o reducir este apetito es reconocer por qué se presenta en primer lugar.
Si suele tener antojos, tenga en cuenta lo siguiente...
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¿Te saltas comidas o no bebes suficiente agua? Si es así, sería aconsejable evitar pasar 3-4 horas sin comer y asegurarse de tomar líquidos pronto y a menudo.
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Pruebe las técnicas de reducción del estrés No es raro que nos apetezcan más alimentos reconfortantes en épocas de estrés o periodos de transición en nuestras vidas. Alimentar tu mente con tiempo alejado de las pantallas, trabajando en tu respiración y/o haciendo ejercicio puede tener un resultado multifacético.
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Consuma una cantidad adecuada de fibra y proteínas (¡y grasas saludables!). Todos estos nutrientes garantizarán que su cuerpo se llene lo suficiente para pasar de una comida a otra. Si usted experimenta con frecuencia un pozo de hambre, su cuerpo buscará esos alimentos más altos en calorías/procesados que sabe que 'frenarán' lo que está experimentando.
Lo digo mucho, pero lo digo de verdad: se te antoja más lo que comes de forma constante. Aunque el brócoli o la coliflor te parezcan lo último que pedirías en una cena o como tentempié, prueba a incluirlos en tu dieta y te sorprenderá cómo se adaptan tus papilas gustativas.
Aries Asertivo
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